sábado, 23 de marzo de 2024

SILENCIO DE METAL TRISTE Y SONORO...

 

SILENCIO DE METAL TRISTE Y SONORO…

 

 

Silencio de metal triste y sonoro,

espadas congregando con amores

en el final de huesos destructores

de la región volcánica del toro.

 

Una humedad de femenino oro

que olió puso en su sangre resplandores,

y refugió un bramido entre las flores

como un huracanado y vasto lloro.

 

De amorosas y cálidas cornadas

cubriendo está los trebolares tiernos

con el dolor de mil enamorados.

 

Bajo su piel las furias refugiadas

son en el nacimiento de sus cuernos

pensamientos de muerte edificados.

 

Miguel Hernández

Cuadro: "Hay que buscarlo" de Miguel O. Menassa

 

 

viernes, 22 de marzo de 2024

EN EL FONDO DE LA NOCHE TIEMBLAN LAS AGUAS DE PLATA...



EN EL FONDO DE LA NOCHE TIEMBLAN LAS AGUAS DE PLATA…

 

 

En el fondo de la noche tiemblan las aguas de plata.

La luna es un grito muerto en los ojos delirantes.

Con su nimbo de silencio

pasan los sonámbulos de cabeza de cristal,

pasan como quien suspira,

pasan entre los hielos transparentes y verdes.

Es el momento de las rosas encarnadas y los puñales de acero

sobre los cuerpos blanquísimos del frío.

 

En el fondo de la noche tiembla el árbol del silencio;

los hombres gritan tan alto que solo se oye la luna.

 

Es el momento en que los niños se desmayan sobre los pianos,

el momento de las estatuas en el fondo transparente de las aguas,

el momento en que por fin todo parece posible.

En el fondo de la noche tiembla el árbol del silencio.

 

Decidme lo que habéis visto los que estabais con la cabeza vuelta.

La quietud de esta hora es un silencio que escucha,

el silencio es el sigilo de la muerte que se acerca.

Decidme lo que habéis visto.

En el fondo de la noche

hay un escalofrío de cuerpos ateridos.

 

Gabriel Celaya

Cuadro: "La barca de los olvidos" de Miguel O. Menassa


jueves, 21 de marzo de 2024

AVESTRUZ

 


AVESTRUZ

 

 

 

Melancolía, saca tu dulce pico ya;

no cebes tus ayunos en mis trigos de luz.

Melancolía, basta! Cuál beben tus puñales

la sangre que extrajera mi sanguijuela azul!

 

No acabes el maná de mujer que ha bajado;

yo quiero que de él nazca mañana alguna cruz,

mañana que no tenga yo a quién volver los ojos,

cuando abra su gran O de burla el ataúd.

 

Mi corazón es tiesto regado de amargura;

hay otros viejos pájaros que pastan dentro de él…

Melancolía, deja de secarme la vida,

y desnuda tu labio de mujer…!

 

César Vallejo

Cuadro: "Amores ocultos" de Miguel O. Menassa

miércoles, 20 de marzo de 2024

ENEMIGO ÍNTIMO

 

ENEMIGO ÍNTIMO

 

 

Hay tardes en que todo

huele a enebro quemado

y a tierra prometida.

Tardes en que está cerca el mar y se oye

la voz que dice: “Ven”.

Pero algo nos retiene todavía

junto a los otros: el amor, el verbo

transitivo, con su pequeña garra

de lobezno o su esperanza apenas.

No ha llegado el momento. La partida

no puede improvisarse, porque sólo

al final de una savia prolongada,

de una pausada sangre,

brota la espiga desde

la simiente enterrada.

 

En esas largas

tardes en que se toca casi el mar

y su música, un poco

más y nos bastaría

cerrar los ojos para morir. Viene

de abajo la llamada, del lugar

donde se desmorona la apariencia

del fruto y sólo queda su dulzor.

Pero hemos de aguardar

un tiempo aún: más labios, más caricias,

el amor otra vez, la misma, porque

la vida y el amor transcurren juntos

o son quizá una sola

enfermedad mortal.

 

Hay tardes de domingo en que se sabe

que algo está consumándose entre el cálido

alborozo del mundo,

y en las que recostar sobre la hierba

la cabeza no es más que un tibio ensayo

de la muerte. Y está

bien todo entonces, y se ordena todo,

y una firme alegría nos inunda

de abril seguro. Vuelven

las estrellas el rostro hacia nosotros

para la despedida.

Dispone un hueco exacto la tierra se percibe

el pulso azul del mar. “Esto era aquello”.

Con esmero el olvido ha principiado

su menuda tarea…

 

Y de repente

busca una boca nuestra boca, y unas

manos oprimen nuestras manos y hay

una amorosa voz

que nos dice: “Despierta.

Estoy yo aquí. Levántate”. Y vivimos.

 

Antonio Gala

Cuadro: "Angustia compartida" de Miguel O. Menassa

 

 

martes, 19 de marzo de 2024

AL GRAN CERO

 


AL GRAN CERO

(Del apócrifo Abel Martín)

 

 

Cuando el Ser que se es hizo la nada

y reposó, que bien lo merecía,

ya tuvo el día noche, y compañía

tuvo el hombre en la ausencia de la amada.

 

Fiat umbral Brotó el pensar humano,

y el huevo universal alzó, vacío,

ya sin color, desubstanciado y frío,

lleno de niebla ingrávida, en su mano.

 

Tómale cero integral, la hueca esfera,

que has de mirar, si lo has de ver, erguido.

Hoy que es espalda el lomo de tu fiera,

 

y es el milagro del no ser cumplido,

brinda, poeta, un canto de frontera

a la muerte, al silencio y a olvido.

 

Antonio Machado

Cuadro: "Los siglos venideros" de Miguel O. Menassa

 

lunes, 18 de marzo de 2024

CORAZÓN CORAZA

 


CORAZÓN CORAZA

 

 

Porque te tengo y no

porque te pienso

porque la noche está de ojos abiertos

porque la noche pasa y digo amor

porque has venido a recoger tu imagen

y eres mejor que todas tus imágenes

porque eres linda desde el pie hasta el alma

porque eres buena desde el alma a mí

porque te escondes dulce en el orgullo

pequeña y dulce

corazón coraza

 

porque eres mía

porque no eres mía

porque te miro y muero

y peor que muero

si no te miro amor

si no te miro

 

porque tú siempre existes dondequiera

pero existes mejor donde te quiero

porque tu boca es sangre

y tienes frío

tengo que amarte amor

tengo que amarte

aunque esta herida duela como dos

aunque te busque y no te encuentre

y aunque

la noche pase y yo

te tenga y no.

 

Mario Benedetti

Cuadro: "Más allá de los cuerpos" de Miguel O. Menassa

 

jueves, 14 de marzo de 2024

AQUÍ EN ESTA ORILLA BLANCA

 


 AQUÍ EN ESTA ORILLA BLANCA

 

 

Aquí

en esta orilla blanca

del lecho donde duermes

estoy al borde mismo

de tu sueño. Si diera

un paso más, caerla

en sus ondas, rompiéndolo

como un cristal. Me sube

el calor de tu sueño

hasta el rostro. Tu hálito

te mide la andadura

del soñar: va despacio.

Un soplo alterno, leve

me entrega ese tesoro

exactamente: el ritmo

de tu vivir soñando.

Miro. Veo la estofa

de que está hecho tu sueño.

La tienes sobre el cuerpo

como coraza ingrávida.

Te cerca de respeto.

A tu virgen te vuelves

toda entera, desnuda,

cuando te vas al sueño.

En la orilla se paran

las ansias y los besos:

esperan, ya sin prisa,

a que abriendo los ojos

renuncies a tu ser

invulnerable. Busco

tu sueño. Con mi alma

doblada sobre ti

las miradas recorren,

traslúcida, tu carne

y apartan dulcemente

las señas corporales,

por ver si hallan detrás

las formas de tu sueño.

No lo encuentran. Y entonces

pienso en tu sueño. Quiero

descifrarlo. Las cifras

no sirven, no es secreto.

Es sueño y no misterio.

 

Y de pronto, en el alto

silencio de la noche,

un soñar mío empieza

al borde de tu cuerpo;

en él el tuyo siento.

Tú dormida, yo en vela,

hacíamos lo mismo.

No había que buscar:

tu sueño era mi sueño.

 

Pedro Salinas

Cuadro: "Amor a primera vista" de Miguel O. Menassa

 

miércoles, 13 de marzo de 2024

LA PARED TRANSPARENTE

 




LA PARED TRANSPARENTE

 

 

Huele a sol y a resina.

Crece el pino apuntando

a una meta celeste.

La mañana suspensa

en un jardín remoto,

una rosa perdida,

que perfuma el recuerdo.

 

¿Terminar el poema?

Dejarlo tembloroso

como una rosa viva

pendiente de su sombra.

Aletea el silencio.

Alguien viene a buscarme

y huele a eternidad

solamente un minuto.

 

Ernestina de Champourcin

Cuadro: "Un brillo especial" de Miguel O. Menassa

 

 

 

 

miércoles, 6 de marzo de 2024

CARTA AL VACÍO



CARTA AL VACÍO

 

 

Es escribir a alguien

o lanzarse al silencio,

a nadar en lo oscuro,

a encender una llama

aunque ahoguen las dudas.

¿Carta a lo que no existe?

Hay buzones alados

que se disparan solos

y un correo sin pistas

ni trayecto seguro.

 

Eludir el camino

que todos conocemos.

Seguir hacia adelante

ruta de los que intentan

lo que nunca pensaron

y se sienten felices

porque hay algo distinto,

porque se desvanece

de pronto lo que sobra

y no existe el vacío

si queremos colmarlo.

 

Ernestina de Champourcin

Cuadro: "Pentagrama de luz" de Miguel O. Menassa

 


CUANDO LLEGUE LA NOCHE

 


CUANDO LLEGUE LA NOCHE

 

Cuando venga la noche

quiero habértelo dicho;

quiero haberlo gritado

a través de la tierra.

Hay cosas que no pueden

callarse para siempre

y júbilos secretos

que deshacen un día

los más íntimos nudos.

 

Cuando venga la noche

quiero haberlo cantado

para que todos sepan

y todos me pregunten.

Silencio prodigioso

que ahora me florece

como un huerto escondido

en lo claro del alma.

 

Cuando venga la noche

me encontrará dispuesta,

pues lo habré dado todo.

¡Qué dulzura entregarse

en total holocausto,

a sabiendas del grito

que nos roba la herida!

 

Cuando llegue la noche

donde todo renace,

diré; “Vengo señor”,

diré… no diré nada…  

pues hará mucho tiempo

que se agotó mi canto

y hará siglos, tal vez,

que sellaste mi boca.

 

Pero antes de esa noche

déjame que les diga…

Déjame dar a otros

la gloria que me abriste.

 

Es tan hondo el Amor

y hay tantos que lo aguardan.

 

Cuando llegue la noche,

quiero haberlo cantado.

 

Ernestina de Champourcin