domingo, 31 de agosto de 2014

Verano 2014 - Poetas del romanticismo escribiendo sobre el amor


TU BOCA

Para formar tan hermosa
esa boca angelical,
hubo competencia igual
entre el clavel y la rosa,
la púrpura y el coral.

Mintiendo sombras del bien,
en ella el mal se divisa,
por lo que juntos se ven
ya la apacible sonrisa,
ya el enojoso desdén.

Y en los senos abrasados
engendra con doble holganza,
o con tormentos doblados,
cada risa una esperanza,
cada desdén mil cuidados.

Cual las conchas orientales
en tu boca, y por vencerlas
muestra en riquezas iguales,
cuando desdena, corales,
y cuando sonríe, perlas.

Y si con sombras de bien
tal vez el mal se divisa,
es porque en ella se ven
guardar la miel de su risa
las flechas de su desdén.

Si a mí su rigor alcanza,
al ver su hermosura, siente
el corazón doble holganza;
y aunque un desdén me atormente,
déme una risa esperanza.

¡Bien haya la dulce boca,
que sólo sus frescos labios
el aura pasando toca;
que haciendo el ámbar agravios,
su miel a gustar provoca!

¡Oh, bien haya cuando ufana
dando enojos a la rosa,
muestra su cerco de grana,
fresca como la mañana,
como el azahar olorosa!

Y si acaso dulcemente
suelta plácida congojas,
ya es el rumor del ambiente,
ya el susurro de las hojas,
ya el murmurar de la fuente.

Si alegres sones respira,
las aves del prado encanta;
y si a vencerlas aspira,
con las que gimen, suspira;
con las que gorjean, canta.

Tu miel, aroma y colores,
rinde en amante oblación,
flor, ante cuyos primores,
mustias é inútiles flores
las flores del valle son.

El néctar mas regalado
deja que de amores loco
beba en tu labio abrasado;
para una abeja es sobrado
lo que para muchas poco.

¡Mas ah! que vertiendo quejas,
me esquivas tu dulce miel;
en vano de una te alejas
si ves que miles de abejas
poblando van el verjel.

¡Ay de la rosa encarnada,
que en su seno de carmín
niega a una abeja la entrada!
Tantas la acosan al fin,
que queda sin miel, y ajada.

¡Ay de las cándidas flores,
si alzan su capullo tierno
del estío a los ardores!
¡Ay del panal, si el invierno
lo hiela con sus rigores!

Dame los gustos sin tasa,
pues ves que el sol estival
las tiernas flores abrasa;
mira que amarga el panal
cuando de sazón se pasa.

Ríndete a mí placentera:
no te rinda con agravios
de abejas la turba fiera:
que herir esos dulces labios
herirme en el alma fuera.

De ese tesoro las llaves
dame, y sus dones ardientes
libaré en besos suaves,
sin que lo canten las aves,
ni lo murmuren las fuentes.

Ramón de Campoamor

España  1817 – 1901

sábado, 30 de agosto de 2014

Verano 2014 - Poetas del romanticismo escribiendo sobre el amor


DOS ROJAS LENGUAS DE FUEGO…

Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama;

Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan;

Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata;

Dos jirones de vapor
que del lago se levantan
y al juntarse allá en el cielo
forman una nube blanca;

Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.

Gustavo Adolfo Bécquer
España 1836 – 1870

De “Rimas y leyendas”

jueves, 28 de agosto de 2014

Verano 2014 - Poetas del romanticismo escribiendo sobre el amor


LA ORGÍA

La sombra nos cobija
con su tapiz de duelo:
cansado, ya del cielo
el sol se hundió en la mar.
el mundo duerme imbécil,
vacilan las estrellas;
en torno a las botellas
venid a delirar.

Venid, niñas sedientas
de libertad y amores
que fiestas y licores
dan libertad y amor.
Húmedos de esperanza
traed los ojos bellos,
sin trenzas los cabellos,
la frente sin rubor.

La vida es una farsa
hipócrita y demente,
y el mundo indiferente
se cansa del placer:
el mundo se ha dormido:
romped vuestros papeles,
dejad los oropeles
que vano os prestó ayer[…]

Los labios desfrenados,
La lengua desatada,
en larga carcajada
prorrumpen sin cesar.
La lumbre de los ojos
inquieta y licenciosa,
los ojos de una hermosa
se afana en reflejar.

Venid a los festines
avaras de placeres
que el cielo en las mujeres
atesoró el placer.
Venid, niñas, sin cuitas
desnudo el albo seno,
porque quiero el veneno
de vuestro amor beber.

Cuando la inquieta mente
con el vapor vacile
y revoltosa apile
fantasmas de vapor
veréis cómo, insensata,
el ánima delira
y voluptuosa aspira
el ámbar del amor.[…]

De cada ardiente beso
el lúbrico estallido
rasgará el sostenido
murmullo bacanal:
como reloj deshecho
que sin marcar las horas,
sacude las sonoras
campanas de metal.

El mundo duerme, niñas,
bebamos y cantemos,
que más no sacaremos
del mundo engañador:
húmedos de esperanza
traed los ojos bellos,
sin trenzas los cabellos,
la frente sin rubor.

Venid, y mal prendidos
los velos y los chales,
prodiguen liberales
la luz de vuestra tez:
los ondulantes rizos
flotando por la espalda,
la mal ceñida falda
mintiendo desnudez.

Y las de negros ojos
que ostenten su mirada
altiva, enamorada,
con infernal pasión,
y las rubias ostenten
sin máscaras de tules,
las pupilas azules,
y rojo el corazón.

La noche se desliza,
su llama el sol enciende,
el día nos sorprende,
va el mundo a despertar.
¡Cantemos y bebamos,
que cuando venga el día
el sueño de la orgía
lo volverá a apagar!

José Zorrilla

España 1817 – 1893

miércoles, 27 de agosto de 2014

Verano 2014


QUIÉN NOS HUBIERA DICHO
QUE LOS DOMINGOS…!

Aquellas tardes de cine de barrio,
para festejar al borde de los días
enfaenados bajo un traje de labranza.

Tardes de puzzles sobre mesa camilla,
mientras las piezas bailan entre dedos
afanados en la atildada destreza.

O chocolate con churros al pie de la lumbre,
viendo al trasluz de la ventana
los copos cubriendo el zaguán.

Esas tardes paseando bajo el castañal
bordeando adoquines de argamasa
extendida en la metrópoli boreal.

Tediosas tardes sombrías bajo el sol,
mientras tu contemplas el tiempo
que se pierde detrás de tu visera.

Atardeceres olvidados en un velo,
opaco por el escozor de una herida
rebanada de incuria por tu mordaza.

Quién nos hubiera dichos que esas tardes
acabarían injuriando la vereda
hilada de arquetipos mudados de pudor!

Quién nos hubiera dicho que los domingos
me pondría un traje distinto, zapatos nuevos,
cabello al viento, alzaría los brazos,
como alas buscando la selva animal!

¡Cómo podría saber que los domingos
confinados en la oscuridad, agonizarían 
en pos de un cuarteto de misivas volátiles!

Nunca lo hubiera imaginado, pero nunca,
-a pesar de la lúgubre sala del destino-,
nunca abandoné la púrpura promesa.

Y hoy, delante del espejo te escribo:
he cambiado la piel de la mordaza
por un dorado atuendo al confín de mi voz.


Gloria Gómez Candanedo
Integrante del Taller de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares

martes, 26 de agosto de 2014

Verano 2014


POEMA A LA MUJER LIBRE


Amaneceres y cuerdas, solitarios
Voces de piedra, mudas
Tañidos de campana bañadas por la hiel.
Aquellas ojeras oxidadas, quejumbrosas
En unos zapatos ajenos
Que dañan el horizonte
Asfixiando anhelos.

Marchó a una estrella
Con un beso clavado en los labios
Deslizándose suavemente por nuevos cauces
Logró ver caudalosos ríos,
Sintió caricias de luna
Y el ondulante viaje del mar.
La brisa fresca desabrochó el temor
Mostrando una piel nacarada y de miel
Que danza en el alborada.

En cada percha cuelga un deseo
Y se viste dejando su boca libre
Saborea plenamente la tierra
Para un día regresar a ella,
Entregarse erguida y decir:
He vivido.

Maribel Domínguez Duarte
Integrante del Taller de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares

lunes, 25 de agosto de 2014

Verano 2014 -


TIEMPO ATRÁS

Porqué espere tanto tiempo para ver abrirse la rosa
porqué no acaricie  sus pétalos cuando el rocío hacia desprender más aún su aroma.

De haber sabido que suaves era sus besos, sus caricias
habría consumado el tiempo que me fue otorgado, 
preciado tesoro que se fulmino sin apenas sentirlo
sin apenas vivirlo,
sin apenas guardar el recuerdo que me mantuvo viva.

Habría multiplicado las gotas caídas, las que ahora desvanecidas no tienen color
las que en su día refrescaron el rostro de una niña  vestida de azul.

Tal vez  ya sea tarde para eso que tanto añoro, que tanto duele,
quiero intentarlo de nuevo aunque me deje el aliento
aunque en vano el canto del pájaro acaricie la música que suena dentro del alma.


Esther Núñez Roma 
Integrante del Taller de Poesía del Grupo Cero de Alcalá de Henares

domingo, 24 de agosto de 2014

Verano 2014 - Poetas clásicos escribiendo sobre el amor


DE LOS BESOS DE AMOR

Cuando mi blanda Nise
lasciva me rodea
con sus nevados brazos
y mil veces me besa,

cuando mi ardiente boca
su dulce labio aprieta,
tan del placer rendida
que casi a hablar no acierta,

y yo por alentarla
corro con mano inquieta
de su nevado vientre
las partes más secretas.

y ella entre dulces ayes
se mueve más y alterna
ternuras y suspiros
con balbuciente lengua,

ora hijito me llama,
ya que cese me ruega,
ya al besarme se muerde,
y moviéndose anhela,

entonces, ¡ay!, si alguno
contó el mar la arena,
cuente, cuente, las glorias
en que el amor me anega.

Juan Meléndez Valdés
España 1754 – 1817


lunes, 18 de agosto de 2014

Verano 2014 - Poetas clásicos escribiendo sobre el amor


DEFINICIÓN DEL AMOR

Es yelo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado;

es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado;

es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero parasismo,
enfermedad que crece si es curada.

Este es el niño Amor, este es su abismo.
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!

Francisco de Quevedo
España 1580 – 1645


sábado, 16 de agosto de 2014

Verano 2014 - Poetas clásicos escribiendo sobre el amor


DETERMINARSE Y LUEGO ARREPENTIRSE…

Determinarse y luego arrepentirse;
empezar a atrever y acobardarse;
arder el pecho y la palabra helarse;
desengañarse y luego persuadirse.

Comenzar una cosa y advertirse;
querer decir su pena y no aclararse;
en medio del aliento desmayarse,
y entre el amor y el miedo consumirse.

En las resoluciones detenerse;
hallada la ocasión no aprovecharse,
y perdido de cólera encenderse.

Y sin saber por qué, desvanecerse:
efecto son de amor; no hay que espantarse,
que todo el amor puede creerse.

Juan de Tassis y Peralta, conde de Villamediana

España 1582- 1622

jueves, 14 de agosto de 2014

Verano 2014


SIEMPRE SE ENCONTRARÁ

Cuando la tarde oscurece el zaguán de tu puerta,
el frío envuelve tu garganta y la voz se quiebra;
una mano firme entregará una flor
invitando a una taza de jugoso arranque,
depositado en una hoja cincelada con  gotas de sudor.

Cuando un amanecer se pierde en la penumbra
haciendo tumbar el día en un piélago de cieno;
la voz de un cantor elevará tus alas de fuego,
esparciendo el fervor necesario que alimente de goce
estepas arrasadas por odios huracanados.

Cuando la marea colérica rompa diques forjados
y arrastre la pasión mar adentro donde no se puede llegar;
tiéndete en la blanca arena,
y las olas regresarán sosegadas a acariciar la piel,
y marcarán nuevos ritmos y largos senderos,
y llenarán las páginas blancas de un alma perdida,
y nuevos misterios caerán sobre la almohada.

Siempre hay una mano cálida presta a cruzar
la torrentera abismal;
siempre se encontrará alguien a quien amar.

Gloria Gómez Candanedo
Integrante del Taller de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares


Verano 2014


AQUELLA NOCHE 


Habitantes de extramuros
Refugiados en la indiferencia
Con el sudor clavado en abruptos peldaños
Lanzando miles de redes al viento
Salieron del desván
Pedazos destrozados
Escuchando aquel corazón
Que golpeaba al unísono
Un frío cristal
Rompiendo enmohecidos espejos. 

Las lunas sucedieron a las nieves,
Los largos estíos a las lluvias
En una rueda incesante
Y aquella noche
Unos labios rozaron el aterciopelado cielo
Encontrando su hueco errante
Cayendo ante el esplendor de la ciudad perdida. 

El fulgor en sus ojos
Agranda hasta la eternidad sus pupilas
Senderos de latidos sacuden
Cuerpos bañados por las estrellas
En el río donde mi boca
Saborea este momento. 


Maribel Domínguez Duarte
Integrante del Taller de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares

martes, 12 de agosto de 2014

Verano 2014


 
EN EL LECHO DE MUERTE


Ya en el  lecho de muerte
se desposan con la trágica comedia
de dos enamorados
que ciegos ante la sombra
unen sus manos para el último adiós.

Como pájaros que surcando los cielos
en una encrucijada de opacidad
abaten las alas y se quedan dormidos.

Ya el deseo delega
en las orillas de una tempestad de fuego
desordenados infiernos
que vivirán en una estancia de sueños.

Y surgirán más abismos para la desordenada fiera
que como un alma herida
se desploma
en el hueco de la tierra.


Esther Núñez Roma
Integrante del Taller de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares

lunes, 11 de agosto de 2014

Verano 2014


LA PATATA

 

Descansabas, incauta, adormecida,

azul en tu indecisa adolescencia,

verde en la distracción de los quehaceres,

de tu casa, tu sexo, tu ventura.

La tierra, blanca, negra o colorada

ponía ya un estigma a tu destino

de blanda, dura, amarga

o dulce carne.

Podías navegar por las alturas

de los mares más hondos,

o perderte en la insulsa algarabía

del discurrir más tonto

por el cauce normal de la costumbre.

Así, sin conocer el jubiloso grito

de la entrega sin qué, ni cómo, cuándo,

que multiplica en 7 lo que es 1,

un 16 cualquiera, entre mis manos,

temblorosa, indecisa, sucia, negra,

caíste.

El filo más agudo del deseo,

de mi sangriento amor,

mi ruin coraje,

te arrancaba la piel entre mis dedos,

y los gritos, lamentos y suspiros

se perdieron sin eco entre mis manos

de asesino inexperto.

Cuando tu cuerpo blanco, mutilado,

cayó sobre las aguas de tu cielo,

el gris estaño de tu desventura,

se partió en mil pedazos.

 

Domingo López Torres

España 1910 -1937

De “Lo Imprevisto”

viernes, 8 de agosto de 2014

Verano 2014


POSESIÓN LUMINOSA

Igual que este viento, quiero
figura de mi calor
ser y, despacio, entrar
donde descanse tu cuerpo
del verano; irme acercando
hasta él sin que me vea;
llegar, como un pulso abierto
latiendo en el aire; ser
figura del pensamiento
mío de ti, en su presencia;
abierta carne del viento,
estancia de amor en alma.

Tú –blando marfil de sueño,
nieve de carne, quietud
de palma, luna en silencio--,
sentada, dormida en medio
de tu cuarto. Y yo ir entrando
igual que un agua serena,
inundarte todo el cuerpo
hasta cubrirte y, entero
quedarme ya así por dentro,
como el aire en un farol,
viéndote temblar, luciendo,
brillar en medio de mí,
encendiéndote en mi cuerpo,
iluminando mi carne
toda ya carne de viento.

Emilio Prados
España 1899 – 1962

De “ Cuerpo Perseguido

jueves, 7 de agosto de 2014

Verano 2014


... Y ESTRELLAS, ESTRELLAS...

Las estrellas protestan por estar encerradas en medallones
       de gelatina blanca
para engalanar el cuello de los espantapájaros.
A las estrellas les gusta bailar, saltar, escaparse, salir pitando,
       perderse, pero no les gusta vegetar en los medallones.
Su sangre de oro se coagula
y maúllan lamentablemente como gatos enfermos.
Enferma, enferma, enferma, gime su sangre.
Se sienten como animales en el establo.
Los espantapájaros escupen sus semillas en sus lágrimas.
Las flores desfloran a las flores.
Los espantapájaros escupen sus lágrimas en sus semillas.
Las estrellas desfloran a las estrellas.
Y surgen estrellas, estrellas,
estrellas con su cuerpo de escarabajo,
con garras cálidas,
con ojos de órgano,
estrellas que hacen la rueda desplegando un abanico de
        plumas de fuego.
Los espantapájaros llevan vestidos seductores, deslumbrantes
        de terciopelos, sedas, damascos.
Cubiertos de bordados, de adornos de una maravillosa
        riqueza como unas gualdrapas de torneo.
Sombreros de copa de oro con veletas de diamantes,
escobas de marfil y de ébano.
Su cuello está engalanado con medallones de gelatina
        blanca que encierran estrellas.

Jean Arp

Francia 1887 - 1966

miércoles, 6 de agosto de 2014

Verano 2014

Pasiones terrestres

                                                                          A Vahine
                                               (pintada por Gauguin)

Negra Vahíne,
tu oscura trenza hacia tus pechos tibios
baja con su perfume de amapolas,
con su tallo que nutre la luz fosforescente,
y miras melancólica cómo el clima te cubre
de antiguas hojas, cuyo rey es sólo
un soplo de la estación dormida en medio del viento,
donde yaces ahora, inmóvil como el cielo,
mientras sostienes una flor sin nombre,
un testimonio de la desamparada primavera en que moras.

¿Conservará la sombra de tus labios
el beso de Gauguin, como una terca gota de salmuera
corroyendo hasta el fondo de tu infierno
la inocencia -el obstinado y ciego afán de tu ser-;
ya errante en la centella de los muertos,
lejana criatura del océano...?

¿Dónde labra tu tumba
el ácido marino?
Oh Vahíne, ¿dónde existes
ya sólo como piedra sobre arenas azules,
como techo de paja batido por el trópico,
como una fruta, un cántaro, una seta
que pueblan los espíritus del fuego, picada por los pájaros,
pura en la antología de la muerte...?

No una guirnalda de sonrisas,
no un espejuelo de melosas luces,
sino una ley furiosa, una radiante ofensa al peso de los días
era lo que él buscaba, junto a tu piel,
junto a tus chatas fuentes de madera,
entre los grandes árboles,
cuando la soledad, la rebeldía,
azuzaban en su alma
la apasionada fuga de las cosas.
Porque ¿qué ansía un hombre
sino sobrepujar una costumbre llena de polvo y tedio?

Ahora, Vahíne, me contemplas sola,
a través de una niebla azotada por el vuelo de tantas invisibles
aves muertas.
Y oyes mi vida que a tus pies se esparce
como una ola, un término de espumas
extrañamente lejos de tu orilla.


Enrique Molina

Argentina 1910 - 1997