Os invitamos a nuestro próximo recital en Alcalá de Henares.
Domingo 29 de noviembre de 2015
domingo, 22 de noviembre de 2015
sábado, 21 de noviembre de 2015
NO FUE PARÍS, FUE BUENOS AIRES
NO
FUE PARÍS, FUE BUENOS AIRES
No
fue París, fue Buenos Aires que me vio nacer,
por
eso no me asusta el movimiento.
Soy
del tango la brisa que se mueve al arrastrar los pies.
La
cintura de plata que se quiebra al compás.
El
hombre que murió a la mañana siguiente para verla bailar.
La
percanta aburrida que cabalgando un taco de billar
sueña
que puede sola, hacer la vida sola, amar su soledad.
Y
el borracho sediento que bebe sin parar,
recordando
a su madre, esa novia infernal.
Y
se emborracha y piensa que todo le da igual
y
las manos le tiemblan de tanta impunidad
y
desgarra su vientre y quisiera olvidar
y
olvida, mas no el nombre de quien lo matará.
Soy
del tango los perros ecuménicos,
los
perros que presencian el crimen pasional
que
cual tontos o locos le ladran a la luna
cuando
en la acera yace la amada del portal.
Una
daga de miedo se clavó en su garganta.
Una
daga de celos la condenó a morir,
un
hombre enamorado de otro hombre,
una
daga de horror que sin amarla la mató.
Y
después soy de tango el amigo del alma,
que
no llega a las doce ahí donde le esperas,
que
te bate la justa cuando la justa duele
que
no comparte nunca contigo el ganador.
Soy
del tango el payaso de la noche de Reyes,
el
que mató a su amada por verla sonreír,
con
un hombre en los brazos, con las piernas abiertas,
amante
enloquecido del puñal, la mató sin razón.
Y
también soy del tango el obrero que roba,
pensando
en sus hijos, un cacho de pan.
Soy
del tango la noche encerrada entre rejas,
que
el farol de la esquina ya no quiere alumbrar.
Miguel
Oscar Menassa
De
“Al sur de Europa”
viernes, 20 de noviembre de 2015
HOY ME ENTERÉ
HOY
ME ENTERÉ
Dejaba pasar los días, pausados, sin aliento que conocer
esperando el violeta del cielo que presagiaba el encuentro.
No comprendía por que mi cuerpo se escapaba de su sombra
rompiendo las urdimbres de sus ropajes
cuando el ocaso inundaba la ciudad.
Hoy por fin me enteré:
tus manos levantan andamios para construir arrebatos de vida.
Sonríes y tu sonrisa rasga la penumbra del tiempo
solapando artilugios de lujuria y carmín.
En la calle, el viento poderoso, soberbio,
ruje, bestia incansable de remolinos de cuerpos,
mientras nosotros subimos y bajamos toboganes de fuego,
tiramos sudarios por las ventanas
y almacenamos lejanos paraísos en la despensa
esperando el leviatán de la noche.
Al amanecer un hálito nos detiene en los sueños
y somos capaces de ascender cumbres victoriosas
para bajar sus laderas sin dejar rastro.
El gallo nos anuncia el alba, desperezando oídos,
que la muerte no da tregua. Nos despedimos.
Yo levanto mi cuerpo de tu cintura
y me subo a la vida para seguir cabalgando.
Pilar Rojas
De “Mujer de otoño”
domingo, 15 de noviembre de 2015
Recital de poesía
Os invitamos a compartir versos y besos de otoño en nuestro próximo recital.
Taller de poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares
viernes, 13 de noviembre de 2015
A VECES, DETRÁS DE TU MIRADA
A VECES, DETRÁS DE TU
MIRADA
A
veces detrás de tu mirada,
ella
latía entre los árboles…
nací
al silencio de guerras graves
y
mi tierra era neutral virgen asediada.
Amo
en tu cuerpo un sabor antiguo,
aquellos
huracanados movimientos del destino.
A
veces, el mar,
vicioso
límite impreciso,
volcanes
en su furia,
estrías
contagiosas, desdibujando el paisaje.
Hoy
es un día como tantos,
ojos,
voces dispares, ajenas,
galas
descoloridas enturbiando el ajetreo.
Comprensión
y fe.
Teatro
de la risa, exótico.
Casi
amable.
María
Chévez
De
“Poemas y Libertad”
miércoles, 11 de noviembre de 2015
HOMENAJE AL POETA
HOMENAJE
AL POETA
Sólo querías darme un final que
alumbrara todas las escenas
como si fuese posible ver con mis
ojos en los que sólo reinan
imágenes desterradas de llantos,
preferencias de olvidos,
insistencias obsesas,
soplos ejecutores con la fuerza de
derribar realidades sin
apaciguamientos.
El dolor era la catedral vacía de fe
y consentimientos
que nunca fueron aceptados,
sólo una estética implacable que
perseguí laberintos en pos de una llanura,
mensajera inaudible en medio del
ocaso marítimo que ceñía las sombras,
en las que pronto los pájaros
nocturnos vestirían
el negro irrealizable de mis sueños.
En el doblez del camino esperándome
estaba
el pasaje angosto y fantasmático
que siempre era el desencuentro de
las citas
y admoniciones de severidades que
ordenaban siempre equivocarme,
siempre un Dios muerto sirviendo
opíparos manjares,
dando lugar a alguna solución frente
a la encrucijada
de la unión con un objeto
indescriptible.
En el medio del verso una locura sin
sentido separa el sonido de la cosa,
y esa aridez, desnuda la palabra
mostrando su centro taladrado
donde viajan los asteroides pálidos
que engendran el espacio del mundo
en el que aterrizo de tanto en
tanto,
para dejar de saber qué color tiene
la rosa
o qué presencia insostenible me
acomoda las vísceras.
Ninguna beatitud frente a lo que no puede ser robado,
y el hijo del mi misma me engendra
una vez más, me hace un poema.
Norma Menassa
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