POR LOS HUMILDES
Yo soy vuestro poeta,
seres que fecundáisla entraña en que se hunden vuestras manos,
con zumos de sangre y de lloro.
Yo soy vuestro poeta,
¡oh seres que esperáis
la aparición de un signo fraternal,
tras el alba que enciende sus antorchas de oro!
manos esclavizadas.
Yo soy vuestro poeta,
¡oh plantas desgarradas
por el Dolor que azota los Destinos!
Vuestro labio no reta,
más, allá en donde brota el anhelo
de la liberación,
vuestros ojos exhaustos se levantan al cielo,
bajo el Dolor que azota los Destinos.
mientras voces de súplica llevan los vientos,
van quedando unos rastros
cruentos…!
hay senos que tiemblan de frío,
y labios hambrientos
que oprimen el fruto de carne, vacío..!
seres que fecundáis vuestras entrañas
con zumos de sangre y de lloro.
Yo soy vuestro poeta,
manos esclavizadas.
Yo soy vuestro poeta,
¡oh plantas desgarradas!
mas, allá, en donde brota el anhelo
de mi propia liberación,
hay un labio que reta
y unos ojos que ven en el cielo
signos de redención,
tras el alba que enciende sus antorchas de oro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario